El comprador de viviendas español, antes y después de la crisis

La crisis financiera que España lleva arrastrando desde el 2008 ha marcado un antes y un después en muchísimos ámbitos sociales y económicos del país. También en el sector inmobiliario y en la forma de actuar de los compradores de viviendas.

Hasta el 2007, en España había una cierta “obsesión” por tener una vivienda en propiedad. Las promociones sobre plano en barrios que supuestamente iban a ser emergentes colgaban el cartel de “vendido”, incluso antes de empezar la obra, y eso que los precios de la vivienda no paraban de subir a costa de un endeudamiento poco realista. Hasta que el sistema explotó y todos los actores de ese circo han tenido que adaptarse a la nueva realidad.

 

En general, podríamos decir que algo hemos aprendido tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, o al menos esto se desprende de un estudio elaborado por Alfa Inmobiliaria, que afirma que ahora, el comprador de viviendas español es más reflexivo y medita mucho todo los pasos que conlleva el proceso de compra.

Si antes las decisiones eran impulsivas, por eso de “me lo quitan de las manos”, ahora el comprador tarda una media de 6 meses sólo en analizar sus opciones reales de compra. Durante este período de tiempo se encargan de investigar el estado del mercado: qué precios se piden de media por determinado tipo de vivienda, en qué zonas sale más a cuenta y qué entidades financieras dan mejores condiciones en los préstamos hipotecarios.

Pero hay quienes tardan mucho más de 6 meses ya que ahora, a diferencia de hace unos años, sí que se tiene la percepción de que se compra una casa en Barcelona “para siempre”, ya que el mercado actual no garantiza que luego, puedas venderla rápidamente o por más dinero de lo que te costó. Es decir, que el sentimiento especulador o dicho de otra manera, la confianza que daba el saber que, si no iba bien, la vendías seguro e incluso ganando dinero, ha remitido considerablemente.

Esto hace que ahora, el comprador busque una casa en la que se imagine viviendo toda la vida y no solo durante unos años, aunque luego las circunstancias puedan cambiar.

No se puede decir que hay un tiempo mínimo que se deba cumplir para encontrar un piso ideal, tanto puede suceder que haya suerte y lo encuentres en una semana, como que tardes más de un año y vayas cambiando de preferencias según lo visto. Lo que sí se ha detectado en el sector es que, ahora el cliente es más prudente, exigente, realista y está más informado, por miedo a meter a pata y pillarse los dedos con una hipoteca el resto de su vida.

¿Crees que es positivo este cambio en la actitud del comprador de viviendas español?

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